Incluir frutas y verduras en la dieta de forma diaria es esencial. El consumo habitual de estos se relaciona con un menor riesgo de enfermar y de muerte por todas las causas. Esto se debe al aporte de micronutrientes necesarios para llevar a cabo las diferentes reacciones fisiológicas.

De acuerdo con las últimos estudios, el organismo humano presenta un mejor metabolismo de los azúcares entre el mediodía y la puesta de sol. Por eso, no se debería consumir fruta ni a primera hora de la mañana ni durante la noche. Así se reducen los posibles efectos negativos de la fructosa.

Lo que se recomienda es ingerir la fruta con el estómago lleno, ya que de este modo se amortigua el impacto de la fructosa, que puede ser perjudicial cuando se administra de manera aislada.

También debés tener claro que no todas las frutas son iguales. Todas presentan propiedades distintas, lo que las convierte a algunas en más beneficiosas que otras.

A la hora de determinar cuánta fruta se debe comer al día, hay que tener en cuenta el contenido en azúcares de cada una, en calorías y en fitonutrientes.

Por lo anterior, las frutas del bosque se han vuelto las más populares por su capacidad antioxidante.