El estrés a causa del trabajo, se encuentra asociado al riesgo de infarto en todo el mundo. No existe país ni sociedad que se salve a este vínculo, que fue incrementándose con el paso del tiempo debido a las nuevas situaciones laborales y hasta personales.

Lo primero que debés tener claro, es saber qué es el estrés laboral: combinación entre una alta demanda psicológica del trabajador y un nivel de control escaso sobre la situación en la que se trabaja.

En pocas palabras, el trabajador sufre internamente por las tareas que debe concretar y sin embargo no encuentra mecanismo para adaptarse.

Algunos de los síntomas del estrés laboral son:

• Depresión
• Taquicardia
• Estados de ansiedad o angustia
• Insomnio
• Irritabilidad
• Falta de concentración
• Contractura muscular

Si te estás preguntando, ¿cuál es la relación del estrés laboral con un infarto? Acá te contamos:

Se ha notado que los trabajadores estresados asocian a su estilo de vida a otros factores de riesgo. Por ejemplo, son fumadores en mayor medida, consumen alcohol frecuentemente o son excesivamente sedentarios y por supuesto llevan una mala dieta.

Cuando hay estrés, sea cual sea el origen de este, la amígdala cerebral incrementa la producción de sustancias que están detrás de la formación de placas de ateroma en las arterias. Además, el estrés activa instintivamente al sistema nervioso simpático, el cual libera noradrenalina, aumentando la frecuencia cardíaca y cerrando las arterias.

Si el estrés laboral causa depresión, aumentan sustancias en el organismo como el fibrinógeno y el factor de necrosis tumoral. Estas sustancias son inflamatorias, y se suman a los otros procesos arterioescleróticos.

Otra de las causas es que el estrés activa a las glándulas suprarrenales, las cuales liberan cortisol en la sangre y este es conocido como hormona del estrés, desencadena procesos que pueden culminar en eventos cardíacos, además de favorecer la obesidad y la diabetes.

Acá te damos algunos consejos para reducir este estrés:

• Tomate un descanso: incluso un descanso breve puede ayudar a refrescar su mente.
• Organizate: comenzá todos los días por crear una lista de pendientes. Califique estas tareas en orden de importancia y resolvelas de arriba hacia abajo.
• Haga cosas que te gusten: reservá un espacio en su semana para hacer cosas que te gusten ya sea hacer ejercicio, practicar un pasatiempo o ver una película.
• Establezca límites: no tenés que estar siempre disponible para tu trabajo. Podés apagar tu teléfono, desconectarte por completo del mundo laboral y dedicarte tiempo.
• Habla con tu jefe: siempre es importante que el sepa la situación y así poder llegar a un acuerdo que los beneficie a ambos.