No importa por cual razón entrenás o la disciplina que hagás, el éxito depende de lo que hacés antes y después del entrenamiento. Así que la próxima vez que querás comer un snack antes de hacer ejercicio, pensalo bien, acá te contamos más.
- No comás mucho antes de entrenar: comé un pequeño snack hasta media hora antes de tu entrenamiento para conseguir energía. Debés comer cosas como fruta, una rebanada de pan integral con miel o yogur griego con fruta deshidratada.
- Tené un objetivo claro: pensá en lo que querés conseguir. Si tenés un objetivo claro en mente, es mucho más probable que sigás con el entrenamiento.
- No tomés alcohol: afecta la coordinación y la concentración, lo que significa que no podés realizar los ejercicios de forma correcta y podés malinterpretar la intensidad.
- El agua: como todo, el agua te ayuda en el entrenamiento. Es importante mantener el cuerpo hidratado, pero no te bebás una botella entera antes de entrenar, bebé pequeños tragos durante el entrenamiento.