30 abril, 2025
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La alergia a la leche en realidad es una alergia a la proteína de la leche de vaca, mientras que la intolerancia a la lactosa es la dificultad para absorber el azúcar presente en la leche llamado lactosa.
La alergia a la leche es una afección que suele darse por la fracción proteica de la leche. La leche de vaca es la causa usual de alergia a la leche, pero la leche de oveja, cabra, búfala y otros mamíferos también puede causar esta reacción.
La intolerancia, por su parte, se da directamente por el hidrato de carbono o azúcar de la leche, llamada lactosa, que a su vez está compuesta por glucosa y galactosa (son moléculas simples).
Lo que ocurre en la intolerancia a la lactosa es que el cuerpo no produce una enzima encargada de permitir su ruptura y absorción.
La principal diferencia entre la alergia y la intolerancia a la leche radica en su origen. La alergia es una reacción del sistema inmunológico del cuerpo, mientras que en la intolerancia no hay respuesta inmune involucrada. Además, es importante destacar que las alergias son menos comunes que las intolerancias.
Otra distinción clave es que cada condición se desencadena por diferentes componentes de la leche: la alergia suele ser provocada por las proteínas de la leche, mientras que la intolerancia está relacionada con el azúcar, específicamente la lactosa.
El tratamiento para estas dos condiciones también varía. Los síntomas comunes de la intolerancia a las proteínas de la leche o a la lactosa incluyen problemas digestivos como hinchazón, gases y diarrea tras el consumo de productos lácteos.