El 60% de las mujeres en algún momento pueden experimentar una infección del tracto urinario. Cuando se produce una infección en la vejiga se denomina cistitis, la infección urinaria más común. También puede darse en hombres pero no es tan común.
Sus principales síntomas son:
- Sensación de frío en el bajo vientre o de pérdida de calor.
- Escozor o molestias al orinar (la más común)
- Ganas de orinar muchas veces y en poca cantidad
- Sensación de malestar general y falta de fuerza
- A veces a esto se añaden una orina con mal olor y dolor abdominal
- Las infecciones complicadas pueden presentar, además, fiebre, dorsalgia, náuseas y vómitos
Este padecimiento se produce debido a los siguientes microorganismo bacilos gramnegativos, frecuentes en la zona ano-genital, y Escherichia coli, que es el agente causal en un 80% de las infecciones agudas en pacientes sin sondas urinarias, cálculos o alteraciones urológicas.
También hay factores que contribuyen a que estos gérmenes colonicen las vías urinarias:
- Cambio en la microflora perineal normal.
- Malas recuperaciones de tono tras el embarazo.
- Una disfunción neurógena de la vejiga.
- El uso de irritantes vesicales.
- El reflujo vesicoureteral.
Algunas medidas para eliminar este padecimiento son:
- Eliminar los alimentos y las sustancias que irritan la vejiga, como cafeína, azúcar refinado, harina blanca, bebidas alcohólicas y nicotina.
- Beber mucha agua.
- Beber zumo de arándanos y otros líquidos como agua de cebada, de efecto antiinflamatorio y té.
- Consumir abundante fruta y verdura, especialmente ajo y cebolla.
- Eliminar posibles irritantes perineales, como los productos de baño perfumados y las duchas.
- Emplear ropa interior de algodón.
- Orinar antes y después de la actividad sexual.