29 noviembre, 2019
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Los lácteos enteros, a diferencia de los desnatados, son más saludables de lo que imaginás: no engordan y mejoran tu salud.
Los lácteos enteros siempre han tenido mala fama por la población en general debido a:
Calorías: tienen más calorías que los desnatados, ya que la grasa es el macronutriente que más calorías aporta.
Grasa saturada: siempre han sido conocidas como las grasas ‘malas’ porque podían provocar enfermedades, como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
En un estudio publicado en The American Journal of Nutrition, observaron las diferencias de peso entre quienes consumían lácteos enteros y desnatados. Los resultados fueron que el grupo que más lácteos enteros consumía, reducía un 8 % su riesgo de tener sobrepeso u obesidad.
De hecho la mayoría de los estudios no encuentran diferencias entre los lácteos enteros o desnatados. A pesar de todo lo malo que se ha hablado de estos, los lácteos enteros pueden mejorar algunas enfermedades como: