Su cultivo comenzó en torno al mar Caspio y las llanuras del Cáucaso. La avena está catalogada como un cereal, que proviene de una planta herbácea de recolección anual, la cual brota una espiga de la que se obtienen las semillas y luego se elabora la avena.

Nutricionalmente hablando, la avena es muy completa y supera por mucho a otros cereales. Tiene un gran aporte de proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales.

Entre los minerales y oligoelementos presentes se encuentran el sodio, el potasio, el zinc, el calcio, el hierro, el fósforo y el magnesio.

Entre sus beneficios se encuentran:

• Baja el Colesterol.
• Controla el azúcar.
• Protege del cáncer, especialmente de el de colon, mama o próstata.
• Fortalece la musculatura.
• Ayuda a la pérdida de peso.
• Rejuvenece, elimina los radicales libres de las membranas celulares que provocan el envejecimiento prematuro del cuerpo.
• Refuerza el sistema nervioso y favorece la capacidad para relajarse, concentrarse y prevenir el agotamiento mental.
• Es digestiva, protege la flora bacteriana para que pueda realizar los procesos de digestión y absorción de nutrientes de manera efectiva.
• Combate las diabetes tipo II.

La avena no solo se puede comer, sino que también está presente en los cosméticos. Los efectos en la capa exterior de la piel son realmente impresionantes, esto gracias a su cantidad de vitaminas, minerales y proteínas.

Los beneficios a nivel cosmético y dermatológico son:

• Hidratación
• Exfoliación
• Limpieza
• Aclaramiento
• Combate el acné.

Las manera de consumirla son muchísimas. Si buscás recetas con avena, estamos seguros que saldrán cientos de ellas, pero acá te dejamos algunas alternativas que podés encontrar:

• Bebidas
• Harina de Avena
• Salvado de Avena
• Postres
• Desayunos

Debés tener en cuenta que si la consumís en exceso podés:

• Aumento de peso
• Produce grande de gases
• Produce alergias, aunque son muy poco comunes.
• Dolores de cabeza
• Malestar general y estomacal
• Sensación de llenado que no disminuye