Se sabe que los sofocos ocurren porque el termostato del cuerpo se desajusta y el cerebro ante la duda de que haya frío o la sangre no esté llegando bien a alguna zona, crea ese calor y sudoración repentina.
Hay varios trucos para ayudarnos en este caso:
- La salvia es una de las hierbas más utilizadas desde antaño por su acción antisudorífica y ha demostrado beneficios en el caso de los sofocos debidos al cambio de la menopausia.
- Algunos cambios en la ropa te pueden ayudar: evita la ropa ajustada y utiliza tejidos naturales que te permitan transpirar.
- Es preferible llevar mas de una pieza de ropa en la parte de arriba que te permita acomodarte a la temperatura ambiente y que tu cuerpo se adapte mejor. Los pañuelos, chales, pasminas son un complemento muy útil.
En cuanto a la prevención de las infecciones de vías urinarias:
- La higiene y el cuidado son muy importantes.
- El aporte de probióticos y prebióticos en nuestra dieta ayuda a mantener un buen estado del sistema inmunológico en las mucosas.
- No olvidés beber agua, incorporar frutas, verduras, infusiones a tu día a día.
- Tus ejercicios habituales pueden ahora tener un extra en el cuidado del suelo pélvico.
¿Insomnio en la menopausia? Tomá notas de estas ideas:
- Es interesante bajar el termostato de la calefacción por la noche, e incluso mantener la ventana un poquito abierta, aunque te parezca que hace frío, la renovación del oxígeno en la habitación te vendrá bien.
- Usá tejidos naturales en tu ropa de cama y más de una capa para tener la opción de no tener que destaparte del todo. Los tejidos sintéticos no dejan transpirar la piel y promueven por sí mismos la transpiración.
- Los extractos de amapola, melisa y espino blanco te pueden ayuda a dormir mejor, incluso a llevar mejor esos estados de ansiedad que se pueden tener durante el día.