27 enero, 2023
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Pasar un determinado número de horas sin comer puede ayudar a adelgazar. Es lo que se conoce como protocolo de ayuno intermitente, algo que se ha puesto bastante de moda en los últimos años. Ahora bien, ha de ejecutarse de un modo controlado. De lo contrario, se experimentaría pérdida de masa muscular, algo totalmente contraproducente para la salud.
Antes de comenzar hemos de destacar que el proceso de pérdida de peso no es lineal. Se trata además del resultado de un conjunto de buenos hábitos mantenidos a lo largo del tiempo. No solo importa la dieta, sino que será clave hacer suficiente actividad física y dormir bien cada noche, al menos 7 u 8 horas de buena calidad.
Lo más común dentro del mundo del ayuno intermitente es pasar 16 horas sin comer para adelgazar. De este modo, se ponen en marcha los procesos de movilización y de oxidación de ácidos grasos para satisfacer las necesidades energéticas, lo que se traduce en una reducción progresiva del peso corporal. Eso sí, el resultado de la ecuación calórica al final del día ha de ser negativo.
La puesta en marcha de los protocolos de ayuno intermitente puede resultar una estrategia eficiente para perder peso, aunque tampoco es la única. Al fin y al cabo lo que hay que buscar es lo que más adherencia genere en el paciente, aunque el ayuno suele resultar bastante fácil de llevar a cabo. Sobre todo cuando se realiza por la mañana, ya que se experimentan varios cambios hormonales que reducen el apetito.
Sea como fuere lo que no se debe hacer es pasar más de 24 horas sin comer. En este caso comenzaría a predominar el catabolismo proteico muscular, lo que poco a poco se traduciría en una reducción del tejido magro. Aunque esto a corto plazo puede resultar en menor peso en la balanza, con el paso del tiempo será muy negativo. Por una parte se disminuirá el gasto energético diario. Por otra podrían desarrollarse patologías complejas.