Es probable que estés cometiendo algunos errores relacionados con la alimentación, el vestuario, entre otros aspectos y ni si quiera te has dado cuenta y no te preocupés, eso es normal.

Para que dejés de tener esos errores, te dejamos estos consejos que debés tener presente siempre, no solo para que logrés mejor rendimiento sino también para tener resultados asombrosos.

Alimentación. No importa la hora en la que entrenés, siempre es importante hacerlo habiendo comido algo; para algunos, estar en ayunas es positivo, pero diversos estudios actuales demuestran que esta práctica incrementa los factores de riesgo cardiovascular. 

Objetivos Claros. Al tener claro el objetivo del entrenamiento, podés saber qué tipo de rutina requerís, duración y cantidad de días; de esta forma, los resultados se verán un poco más rápido. De igual forma, si tenés un entrenador, debés comunicarle tus objetivos tangibles y reales, para que él te oriente en cuanto a la rutina.

Vestuario. Usá siempre zapatos deportivos y ropa con material que alejen el sudor de tu piel y se seque rápido. Aunque no lo creas, la manera en que luzcás a la hora de hacer ejercicio, influye también en tu estado de ánimo.

Esteroides. Se dice que el uso de esteroides aumenta el rendimiento físico. Lo único que podés conseguir si lo consumís, es poner en riesgo tu salud, tener efectos secundarios que afectarán tu autoestima y aumentar la posibilidad de sufrir un ataque cardíaco o problemas de hígado.

Preguntar, preguntar, preguntar. Uno de los peores errores que podés cometer es quedarte con dudas para no quedar como un tonto. Olvidate de eso, preguntá siempre a personas con conocimiento como los entrenadores, no a aficionados que se inventan sus propias rutinas sin fundamento alguno.