Las razones por las cuales se arruga la piel en el agua son un misterio que no termina de descifrarse. La pregunta es antigua, y aunque esta reacción no tiene implicaciones relevantes, lo cierto es que ha suscitado interesantes polémicas.

La tesis tradicional habla de la absorción de agua a través de la capa más externa de la piel, o epidermis. La función de esta es impedir que se evapore el agua del cuerpo y proteger a las capas más internas de posibles daños. La capa más externa de la epidermis se llama estrato córneo.

En el estrato córneo hay células de queratina que serían las que absorben el agua y provocan la hinchazón. Pero como la epidermis está adherida con mucha firmeza, se producen las arrugas para compensar ese exceso de volumen en la zona.

Durante mucho tiempo se aceptó la explicación señalada. Sin embargo, todo comenzó a cambiar en la década de 1930. Los científicos descubrieron que si las personas tenían daños en los nervios de los dedos , entonces no se producía el efecto de las arrugas.

Esto llevó a formular la teoría de que si se arruga la piel en el agua es por una reacción involuntaria del sistema nervioso autónomo. Se cree que el contacto con el líquido activa el nervio simpático. Esto, a su vez, hace que los vasos sanguíneos  se contraigan. El resultado es que se forman los pliegues o arrugas.

Estas explicaciones tomaron un nuevo giro gracias a la intervención del neurobiólogo Mark Changizi del instituto de investigación sobre inteligencia artificial 2AI Labs. En 2011 planteó una nueva teoría que ha ido tomando fuerza.

Changizi sostiene que se arruga la piel en el agua como efecto de una adaptación evolutiva. La función de esas arrugas sería la de mejorar el agarre de los objetos mojados o sumergidos. En las plantas de los pies, también protegerían del deslizamiento en superficies mojadas.