Se habla de falta de agua o deshidratación cuando ya se ha perdido del 1 al 3% del peso corporal en forma de agua.

Aquí te presentamos algunos síntomas y enfermedades que podrían indicar una falta de agua:

Mal aliento

El agua es necesaria para la producción de saliva y se necesita suficiente saliva para prevenir el mal aliento.

Si bebés agua con regularidad, producirás suficiente saliva, que impedirá que se asienten las bacterias dañinas, y los dientes y las encías se mantendrán sanos.

Cansancio crónico y dificultad para concentrarse

Si no tomás agua podés sentir falta de oxígeno en el cerebro y los músculos con especial rapidez. Esto te puede ocasionar cansancio, ya no podés concentrarte y te falta motivación para moverte.

Presión arterial alta

Una mayor viscosidad de la sangre aumenta la presión arterial y con ello el riesgo de enfermedades vasculares y cardiovasculares, como arteriosclerosis, trombosis o embolia.

Si sufrís de presión arterial alta u otros problemas cardiovasculares, incluidas las venas varicosas o el colesterol alto, debés beber más agua.

Dolor de cabeza y migrañas

En un estudio realizado con atletas se observó que una pérdida de líquido del 1,4 % después del entrenamiento afectaba al estado de ánimo y reducía la capacidad de concentración, además de aumentar la frecuencia de los dolores de cabeza.

Sistema inmunitario debilitado

Beber más agua te ayudará a drenar toxinas y el sistema inmunitario ganará capacidad para luchar contra bacterias y virus. Para que las células inmunitarias puedan hacer su trabajo necesitan que los tejidos estén bien hidratados.