Si aplicás estos consejos, podés disminuir la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. ¡Tomá nota!
- Desarrollar el hábito de tomarse la presión arterial y llevar un registro. Es la única forma de conocer qué tan bien y controlado se está además, ayudará al médico a conocer su estado.
- Tomá los medicamentos antihipertensivos de preferencia a una hora regular en el día, ya que retrasos en la toma pueden generar periodos de falta de tratamiento y consecuentemente picos de presión alta.
- Si dentro del tratamiento está tomando algún medicamento para orinar, no tomarlo antes de acostarse, ya que te permitirá dormir de forma continua, ya que provocará necesidad de levantarse al baño.
- Reducí el sodio en la dieta. Una pequeña reducción de esta en tu alimentación puede mejorar la salud cardíaca y reducir la presión arterial aproximadamente entre 5 mm Hg y 6 mm Hg.
- Si tenés alguna otra enfermedad como un resfriado o una infección moderada, estos días debés tomarte la presión antes de tomar los medicamentos, algunas veces es mejor reducirlos a la mitad esos días, ya que por solo estar enfermos la presión puede bajar y los medicamentos la bajarían aún más.
- Si fumás, tratá de no hacerlo. Te ayuda a que la presión arterial vuelva a la normalidad, reduce el riesgo de una enfermedad cardíaca y mejora tu salud en general.
- El apoyo de familiares y amigos puede ayudarte a mejorar tu salud. Pueden animarte a cuidarte por tu cuenta, llevarte al médico o unirse a un programa de ejercicios contigo para mantener la presión arterial baja.
- Ya lo mencionamos en el punto de arriba, el ejercicio. La actividad física regular puede reducir la presión arterial en aproximadamente 5 mm Hg y 8 mm Hg si tenés presión arterial alta.
- Es importante ser constante porque si dejás de hacer ejercicio, la presión arterial puede volver a subir. Los ejercicios que se recomiendan son caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar o bailar.