Para conservar mejor los alimentos, podés hacer algunas preparaciones o congelarlas luego de realizar las compras para que estos no se te pongan malos.
Tomá en cuenta que, si ya estuvieron unos días en refrigeración, es mejor consumirlas y no congelarlas.
Acá te dejamos una lista de alimentos que podés congelar:
- Carnes: crudas enteras, en trozos o en filetes.
- Carnes cocinadas: carne molida, pollo o carne mechada, cerdo.
- Vegetales: todos excepto las que no requieren cocción previa, como hojas verdes, repollo y apio. Sin embargo, se pueden congelar si los vas a usar en un batido verde.
- Frutas: las podés congelar en trozos, no enteras, para preparar batidos o helados caseros, pero debés tomar en cuenta que su textura puede cambiar una vez que se descongelen.
- Panes.
- Masas para pizza.
- Masa cruda para galletas.
- Pancakes, waffles, crepas ya listas.
- Comida ya cocinada, arroz, frijoles enteros o molidos, gallo pinto, sopas, pastas, estofados de garbanzos o lentejas
- Salsas de tomate o blanca
- Enlatados (inmediatamente después de abiertos)
- Pasteles, como arroz con palmito o lasaña.
No se recomienda congelar:
- Huevos con cáscara.
- Café.
- Productos altos en grasa, como mayonesa, natilla, quesos maduros, queso crema, aceites.
- Quesos
- Vegetales y frutas, como hojas, berenjena, papas, manzana, melón.
Importante que tengás en cuenta que: después de descongelado un alimento, no volvás a congelarlo ya que se puede descomponer.