20 noviembre, 2022
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Es un un tipo de alimentación que puede ser realmente positiva para la salud.
Las dietas sin carbohidratos se han puesto de moda en los últimos años y pueden ayudar a mejorar la salud de algunas personas, aunque no siempre son la opción más recomendable. Cuentan con un problema relacionado con la adherencia que puede llegar a determinar el seguimiento de las mismas a medio plazo.
Lo primero que hay que comentar es que los carbohidratos son nutrientes que tienen una función fundamentalmente energética. Esto quiere decir que sirven para satisfacer las necesidades a la hora de realizar actividades de alta intensidad. Sin embargo, bajo contextos de sedentarismo no son determinantes.
Los primeros beneficios de las dietas sin carbohidratos se evidenciaron para el tratamiento de patologías asociadas al sistema nervioso central. Un ejemplo de ellas es la epilepsia refractaria no sensible a tratamiento farmacológico, de hecho hay un estudio que evidencia que retirar los azúcares de la pauta reduce la intensidad y la frecuencia de las crisis, mejorando así el estado de salud de las personas que sufren esta enfermedad.
Incluso este tipo de alimentación resultaría positiva para mejorar el manejo de otras alteraciones de tipo nervioso. Sin embargo, no siempre es fácil de aplicar, ya que el hecho de restringir nutrientes o alimentos en la pauta puede dar lugar a ansiedad, lo que condiciona la adherencia.