18 julio, 2025
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Comer pan, especialmente si es integral o elaborado con ingredientes saludables, puede aportar varios beneficios al cuerpo.
El pan es una fuente importante de energía, gracias a los carbohidratos complejos que contiene, lo cual lo convierte en un buen alimento para comenzar el día o para acompañar comidas. Estos carbohidratos se digieren lentamente, ayudando a mantener niveles estables de azúcar en sangre y brindando saciedad por más tiempo.
Además, el pan integral contiene fibra dietética, que mejora la digestión, favorece el tránsito intestinal y puede ayudar a controlar el colesterol. También suele aportar vitaminas del complejo B (como B1, B2, B3 y ácido fólico), que apoyan el metabolismo y el buen funcionamiento del sistema nervioso. Si está hecho con granos enteros, puede también contener minerales como hierro, magnesio y zinc.
Eso sí, no todos los panes son iguales. Los panes altamente procesados, blancos o con azúcares añadidos tienen menos valor nutricional. Por eso, lo ideal es elegir pan integral, de masa madre o hecho en casa con harinas menos refinadas. Consumido con moderación y como parte de una dieta equilibrada, el pan puede ser un alimento nutritivo, accesible y muy versátil.