17 diciembre, 2023
Bienestar
Bañarse sin jabón ni gel de ducha puede ser una idea inusual para muchas personas. En la sociedad occidental, enjabonarse en la ducha forma parte de la vida y los supermercados están repletos de geles, pero ¿qué pasa si al meterte en la ducha sólo te lavás con agua y simplemente omitís el jabón?
Al ducharse, nunca es necesario enjabonarse todo el cuerpo. Las zonas ricas en glándulas sebáceas y las zonas que se ensucian mucho deben limpiarse periódicamente con gel de ducha o jabón. Estas incluye las manos, las axilas y los pies, así como la mitad del pecho y la espalda. El agua es suficiente para limpiar el resto del cuerpo.
En Internet circulan artículos y vídeos de personas que renuncian completamente al jabón. Por lo tanto, solo utilizan agua, también para las axilas, los pies y otras partes del cuerpo con muchas glándulas sebáceas.
No se puede decir que lo hagan mal porque el polvo, el sudor y la piel muerta se diluyen y son arrastradas por el agua. Incluso hay médicos que recomiendan evitar el gel si te duchás una o más veces al día (por ejemplo, por la mañana y después de hacer entrenamiento físico). En su lugar, podés utilizar un desodorante en barra sin fragancia después de ducharte solo con agua, pues la zona de las axilas que es la más comprometida.
El agua por sí sola ya daña la barrera cutánea, advierte la doctora Bernadette Eberlein, médica jefe de la Clínica de Dermatología y Alergología de Biederstein en la Universidad Técnica de Múnich. Según ella, el gel de ducha y el jabón aumentan los daños, porque disuelven las grasas que protegen la piel.
¿Vos qué pensás?