Existen diferentes situaciones relacionadas con la nutrición que se ven afectadas en el embarazo.
Muchas de ellas, se pueden evitar que se conviertan en un riesgo a través de una intervención nutricional. Algunas de ellas son:
- Estreñimiento: si una mujer padece estreñimiento antes de quedarse embarazada, en el periodo de gestación, este se verá aumentado debido al aumento de la progesterona. Una buena dieta rica en fibra y unos hábitos saludables pueden mejorar esta situación.
- Náuseas y vómitos: más comunes en los primeros meses. Una ingesta adecuada de ciertos alimentos, así como una periodicidad en la toma de estos puede reducir estos desagradables pero comunes síntomas.
- Acidez: más frecuente en los meses finales del embarazo, por la presión que sufre el estómago dado el aumento del tamaño del útero.
- Estado de la dentadura: debido a la desmineralización de los dientes de la mujer gestante por falta de calcio, se puede producir incluso sangrado de encías. En este caso, es importante reforzar la dieta.
- Endocrinopatías: tanto la diabetes como las enfermedades tiroideas deben estar lo más estables posibles antes de la concepción.