15 mayo, 2024
Bienestar
Nuestro cuerpo funciona en sistemas y cada uno trabaja para que podamos cumplir con diferentes funciones.
El encargado del movimiento del cuerpo se llama sistema neuromusculoesquelético o locomotor. En él se encuentran los músculos, huesos, ligamentos, tendones, articulaciones y nervios que soportan cargas y se adaptan a movimientos y posturas; sin embargo, debido al sobreesfuerzo o movimientos mal realizados, se llega a un punto de fallo y se producen lesiones en sus estructuras. Esto pasa, por ejemplo, cuando trabajamos o hacemos ejercicio y las posiciones son erróneas, y empezamos a tener problemas de articulación o lesiones que podrían tomar hasta años en recuperarnos.
Estas lesiones no se producen solamente en el trabajo o cuando realizamos actividad física. Siempre estamos en constante movimiento, por lo que debemos de cuidarnos y prestar atención cuando tenemos dolores de espalda y cuello, hormigueos en manos, brazos, piernas, o dolores de cintura, zona glútea y pierna, ya que pueden ser signos de posturas mantenidas por largos periodos, situaciones de estrés psicológico que llevan a tensión muscular, movimientos bruscos, caídas o sedentarismo.
Cuando se realiza deporte, se debe tomar en cuenta que vamos a poner a trabajar al sistema locomotor y por este motivo se debe de preparar al cuerpo para que dé lo mejor de sí sin llegar a sus límites. Es de suma importancia realizar ejercicios adecuados antes y durante el ejercicio para evitar lesiones de ligamentos y tendones, lesiones musculares por sobrecarga, sobre entrenamiento, fallo en la técnica del ejercicio o prácticas no supervisadas por un profesional calificado.