Te dejamos las razones más comunes por las que podés no estar viendo los resultados en el gimnasio que esperabas para que podás hacerte una idea de cuándo se nota el gimnasio.

• No estás siguiendo un plan de entrenamiento: Planificar tu rutina te traerá puros beneficios, como perfeccionar tu técnica, evitar que te saltés estiramientos o repeticiones, descubrir nuevas prácticas, tener expectativas reales en cuanto a los resultados o, incluso, motivación para ir al gimnasio.
• Solo te ejercitás en el gimnasio: El gran objetivo sería que llevés una vida activa tanto en el gimnasio como fuera de este. Es más fácil de lo que parece: Intentá agregar pequeñas secuencias de unos diez o quince minutos de ejercicio casual a tus tareas diarias.
• No te exijás tanto como pensás: Calcular el grado de exigencia de tu entrenamiento puede ser difícil y te preguntás cuánto tiempo tardarás en ver los resultados en el gimnasio. Tanto si eres primerizo como si eres un experto que busca mejorar sus tiempos o aumentar la musculatura.
• Practicás siempre la misma rutina: El cuerpo necesita nuevos estímulos y desafíos para volverse más eficiente y mejorar su condición. Para lograr esto, intentá alternar la velocidad o los programas de la cinta de correr, descubrir otras rutinas de levantamiento de pesas o probar algún deporte nuevo.
• No sos realista con tus expectativas: No sería muy real que esperés resultados en el gimnasio si fallás en la constancia, frecuencia o intensidad de tus ejercicios.
• No descansás lo suficiente entre los entrenamientos: el descanso es vital para una buena recuperación y un mejor rendimiento. La falta de descanso puede tener efectos sorprendentes en los resultados en el gimnasio.