Dormir mal puede traer efectos negativos en la salud como efectos perjudiciales inmediatos en el rendimiento físico, la función cerebral, las hormonas, aumento de peso y elevar el riesgo de enfermedad en niños y adultos.
En los últimos años, la cantidad y la calidad del sueño han disminuido. Muy pocas personas duermen bien regularmente y es por esa razón que queremos traerte estos consejos:
- Aumentá tu exposición a la luz intensa durante el día. Tu cuerpo posee un reloj natural: el ritmo circadiano, este te ayuda a mantenerte despierto y le dice a tu cuerpo cuándo dormir.
- Disminuí la exposición a la luz azul por la noche. La exposición a la luz azul durante la noche reduce las hormonas como la melatonina, que te ayudan a relajarte y a dormir profundamente. Los dispositivos electrónicos, como los ordenadores y los teléfonos inteligentes, emiten luz azul y pueden interferir en el sueño.
- Evitá consumir cafeína al final del día. La cafeína estimula el sistema nervioso y puede evitar que el organismo se relaje por la noche.
- Reducí las siestas largas durante el día ya pueden afectar negativamente al sueño por la noche. Si deseás tomar una siesta durante el día, que sea corta: de 30 minutos o menos.
- Intentá levantarte e irte a dormir a la misma hora todos los días. Dormir de manera irregular puede alterar el ritmo circadiano de tu cuerpo y los niveles de melatonina, lo que causa el deterioro de la calidad de tu descanso.
- No consumás bebidas alcohólicas por la noche. El alcohol puede causar o aumentar el ronquido, patrones de sueño interrumpidos o apnea del sueño.
- Mejorá el ambiente de tu habitación. Para dormir bien, minimizá las luces artificiales y el ruido de dispositivos como los despertadores.
- Mantené tu dormitorio a una temperatura agradable. Mantener un dormitorio fresco, entre 17 y 18 ℃.
- No tomés comidas copiosas a altas horas de la noche.
- Relajá la mente antes de irte a la cama. Uno de los mejores hábitos de sueño saludable es tener una rutina antes de dormir que te ayude a relajarte antes de irte a la cama.
- Consultá a tu médico para descartar cualquier problema de sueño. Si dormís mal de forma continua, hablá con tu médico para descartar cualquier problema de sueño.
- Hacé ejercicio de forma regular durante el día. Puede mejorar todos los aspectos del sueño e incluso puede reducir el insomnio.