Reconstituyen, protegen la salud del corazón y resultan útiles en la diabetes. Consideradas por ello un "superalimento", las semillas de chía se pueden consumir de muchas maneras y acá te dejamos algunas opciones:

Limonada de chía

La más frecuente es mezclarlas con agua o zumo, a razón de 1 a 3 cucharadas en función del gusto.

Si se ponen las semillas en remojo, en agua fría, al cabo de una hora se forma un gel y las semillas casi desaparecen. Esta capacidad de gelificación las hace muy apropiadas en dietas de reducción de peso, el colesterol o la diabetes.

Como aceite vegetal

Por su riqueza en grasas, de las semillas de chía se puede extraer un aceite virgen que tiene la característica de ser uno de los más ricos en ácidos grasos omega-3 que se conocen.

¿Qué propiedades tiene estas semillas?

• Las semillas de chía contienen hasta un 40% de ácidos grasos poliinsaturados, especialmente omega-3 (30%) y omega-6 (40%), además de ser ricas en triglicéridos de cadena larga.
• Son además extraordinariamente ricas en proteínas (20%) y fibra (25%), con un contenido moderado de carbohidratos (13%),
• Son ricos en mucílagos de alta capacidad hidrofílica (un gramo de semillas puede absorber hasta 12 gramos de agua).
• Poseen asimismo abundante calcio y boro.