13 mayo, 2024
Bienestar
Definitivamente el abrazo es una acción universal que nos brinda beneficios que van más allá que el encuentro cálido con alguien; los abrazos también nos brindan más salud y mejoran nuestra salud mental.
Al abrazar sentimos armonía, plenitud, y una dosis cargada de bienestar para el cuerpo y el alma. Esto sucede porque cuando abrazamos se segrega oxitocina, que es la hormona relacionada al placer, y también se libera serotonina y dopamina (las hormonas encargadas del buen humor).
Como consecuencia positiva, esta bella y simple acción reduce el estrés, la presión arterial y el ritmo cardíaco; mejora el flujo sanguíneo, favorece al sistema inmunológico, estimula la hormona del crecimiento en los niños, disminuye las probabilidades de padecer demencia y aporta sensaciones de seguridad, energía y fortaleza.
Investigaciones científicas han determinado, por ejemplo, que un abrazo de 5 segundos estimula las hormonas antes mencionadas, pero uno de 20 segundos la activa ¡y equivale a un mes de terapia!
Culturalmente, el contacto físico es característico de las personas de América Latina, y no es sorpresa que seamos una sociedad más alegre que otras en el mundo, pero debido a la tecnología y la pandemia nos hemos alejado físicamente de las personas.