12 diciembre, 2023

Bienestar

¡No más atracones!

Muchas veces el hambre descontrolada nos juega una mala pasada al momento de querer bajar de peso y lograr comer lo justo y necesario. En donde muchas veces no sabemos por qué tenemos tantas ganas de comer y a la larga comemos más de lo necesario.

1. No al estómago vacío

Un consejo que no falla es, de verdad, mantener el metabolismo activo y el estómago con reservas. No se trata de comer todo el día y cualquier cosa, pero sí es ideal que coma pequeñas raciones cada 3 o 4 horas. Frutas - idealmente antes de las 3 de la tarde - , yogurt descremado, un puñado de frutos secos, un rollito de jamón de pavo, un trocito de quesillo. Es importante que sepás que las paredes del estómago se dilatan cuando tiene comida. Y, por el contrario, cuando está vacío los receptores mandan señales nerviosas al cerebro para que vuelva a sentir apetito.

2. Atención con los niveles de azúcar

Debés poner mucha atención a los niveles de azúcar en la sangre. Porque después de un bajón de glucosa, conocido como hipoglucemia, se dispara muchísimo el apetito. Por eso es fundamental que evités ese extremo, que además trae mareos y mucho cansancio. Para que eso no suceda, lo ideal es que comás con frecuencia y matengás los niveles de glucosa en la sangre estables.

3. Dormí bien

¿Sabía que dormir mal provoca alteraciones en las hormonas que regulan el apetito? Por eso es muy importante que tengás un sueño y un descanso reparador y que las horas de sueño no sean inferiores a la 6 u 8 horas diarias. De lo contrario, comerás más pues es una respuesta de tu cuerpo para compensar la energía que no se recuperó durante la noche. 

4. Comé lento y masticá mucho

La sensación de saciedad se produce 20 minutos después de que se empieza a comer. Por eso, si masticás rápido y con prisa, podés llegar a ingerir hasta dos o tres veces más de lo que realmente necesitas.

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