11 agosto, 2023
Bienestar
Cirrosis: se estima que alrededor de 30 mil personas fallecen al año como consecuencia de esta afección, que consiste en una enfermedad hepática crónica e irreversible, que se produce debido a la destrucción de las células del hígado, y a la producción como consecuencia de tejido nodular y fibroso, lo que impide un funcionamiento correcto.
Hígado graso: el hígado graso (que puede ser alcohólico o no alcohólico) es una de las patologías hepáticas más comunes, consiste en la acumulación excesiva de grasa en ese órgano, lo que puede ocasionar inflamación y agrandamiento, y con el paso del tiempo se puede convertir en cirrosis o en cáncer hepático. Puede ser causado por el consumo de alcohol regular en el tiempo (no tiene porqué ser excesivo), o por el mantenimiento de una dieta poco equilibrada, rica en grasas y un exceso de peso.
Hepatitis víricas: la hepatitis es una afección igualmente común y que es causada por un virus que afecta al hígado, ocasionando su inflamación. Destaca la hepatitis A, B, C y D, aunque tanto la hepatitis B como la hepatitis C son consideradas las más graves.
Hemocromatosis: es una enfermedad que puede ser heredada o adquirida, que consiste en un aumento de la absorción de hierro a través del intestino, ocasionando su acumulación en distintos órganos del cuerpo. Lo que puede derivar en diabetes, cardiopatías o cirrosis.