La anemia puede tener un impacto significativo en la salud de una persona y en su calidad de vida. Algunos de los efectos y consecuencias más comunes de la anemia incluyen:

Fatiga y Debilidad: La falta de oxígeno en el cuerpo puede llevar a una sensación constante de cansancio y debilidad, lo que dificulta la realización de actividades diarias.

Piel Pálida: Las personas con anemia a menudo presentan una piel pálida debido a la disminución de la hemoglobina en la sangre.

Dificultad para Concentrarse: La falta de oxígeno también puede afectar la función cerebral, lo que se traduce en dificultad para concentrarse y en la sensación de "estar distraído".

Problemas Cardíacos: En casos graves, la anemia puede afectar el corazón, aumentando el riesgo de arritmias cardíacas y otros problemas cardiovasculares.

Mayor Susceptibilidad a Infecciones: La anemia puede debilitar el sistema inmunológico, lo que hace que las personas sean más susceptibles a infecciones.

Retraso en el Crecimiento (en niños): Los niños con anemia pueden experimentar retrasos en el crecimiento y en el desarrollo cognitivo.

Empeoramiento de Otras Condiciones de Salud: La anemia puede agravar otras enfermedades crónicas, como la diabetes o las enfermedades del corazón.