09 octubre, 2024
Bienestar
La adicción es un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque se la suele asociar con el consumo de sustancias como el alcohol o las drogas, también puede manifestarse en conductas cotidianas como el juego o el uso de internet.
Además de perjudicar la actividad diaria, genera problemas en el entorno familiar y social. Acá te contamos más.
La adicción es reconocida como una enfermedad crónica y recurrente del cerebro. Se manifiesta a través de la búsqueda y el consumo compulsivo de sustancias o la realización repetitiva de conductas, a pesar de las consecuencias negativas que puedan generar.
Según la OMS, esta condición implica una pérdida de control sobre el comportamiento, persistiendo incluso cuando la persona es consciente del daño que causa. Esto la convierte en un problema grave que afecta la salud, las relaciones y la calidad de vida en general.
Se trata de un trastorno complejo que no se debe a una simple falta de fuerza de voluntad ni a malas decisiones. En realidad, es el resultado de cambios profundos en la química del cerebro, sobre todo en el sistema de recompensa.
Esta adicción se desarrolla en gran parte debido a alteraciones en la química del cerebro. Todos poseemos un sistema de recompensa que se activa cuando experimentamos placer, ya sea al comer, socializar o realizar cualquier actividad gratificante. Esta situación libera dopamina, un neurotransmisor que genera sensaciones de bienestar.
Cuando una persona consume sustancias como drogas o se involucra en actividades adictivas, estas acciones provocan una liberación masiva de dopamina en el cerebro. Este incremento excesivo de hormona genera una sensación de euforia mucho más intensa que la producida por las actividades cotidianas.
Con el tiempo, el cerebro se adapta a estos altos niveles de dopamina, volviéndose menos sensible a sus efectos. Esto lleva a que la persona necesite consumir más de la sustancia o repetir la actividad con mayor frecuencia para alcanzar el mismo nivel de placer, creando un ciclo de dependencia y tolerancia.