Un electroestimulador es un complemento para el entrenamiento y en su momento revolucionó el mercado del mundo fitness debido a que garantizó aumentar los resultados físicos y reducir el tiempo de ejercicio. Esto significaba que quienes no contaban con el suficiente tiempo para entrenar, habían hallado lo que tanto necesitaban, sin embargo, la magia no existe, hay que ejercitarse.

En realidad, la técnica de electroestimulación lo que hace es contraer los músculos mediante corriente eléctrica.  Tiene electrodos que se ponen en diversas áreas del cuerpo, siendo el abdomen, los muslos y los brazos las más frecuentes. Desde ahí, y mediante programas de intensidad, la corriente llega a la profundidad de las fibras musculares que, son por lo general muy difíciles de activar con el ejercicio convencional. 

Acá te dejamos sus ventajas:

1. La electroestimulación es ideal para quienes no tienen mucho tiempo diario para hacer ejercicio; así, se tiene la tranquilidad de entrenar poco tiempo, porque se tiene un buen complemento.
2. Fortalece una zona específica, aunque hayas tenido una lesión, sin riesgo a cansarte. De igual forma, no impacta las articulaciones y es perfecto como tratamiento para la flacidez y la celulitis en cualquier grado.
3. El electroestimulador acelera la recuperación muscular luego de un entrenamiento sin producir el cansancio de los ejercicios de cardio.
4. Acelera el aumento y definición de la musculatura de los glúteos, los muslos, abdominales, pectorales, entre otros, que solo haciendo ejercicio, se tardaría un poco más en crecer.
5. Mejora los vasos capilares, la circulación sanguínea y el riego linfático en pocas sesiones.