07 septiembre, 2024
Bienestar
Acidez, reflujo ácido, hinchazón y digestiones pesadas son algunos de los síntomas que puedes mejorar con la sal de frutas.
La sal de frutas es un medicamento efervescente con propiedades antiácidas que combina la acción del bicarbonato de sodio, el carbonato de sodio y el ácido cítrico para combatir el malestar estomacal. Puede no tener sabor, pero su composición suele incluir saborizantes frutales.
Con frecuencia se utiliza tras la ingesta de comidas abundantes o copiosas, cuando la acidez, la hinchazón y la indigestión se hacen presentes. En sí, es un polvo que, al diluirse en agua, genera dióxido de carbono (CO₂) en forma de burbujas (efervescencia). Dicha reacción química permite neutralizar el exceso de ácido en el estómago para brindar una sensación de alivio rápida y eficaz.
En el pasado, la sal de frutas tuvo una amplia gama de aplicaciones medicinales, como laxante suave (para reducir el estreñimiento), enjuague bucal (para el alivio del mal aliento) y tratamiento para la distensión abdominal. No obstante, con el avance de la medicina y la aparición de tratamientos más especializados para dichas condiciones, su uso principal se ha reducido a su función como antiácido.
La sal de frutas está disponible en sobres individuales o frascos en polvo. La marca comercial más popular se llama ENO, pero hay otras versiones en el mercado con los mismos principios activos (bicarbonato de sodio, carbonato de sodio y ácido cítrico) o pequeñas variaciones en su fórmula.
Para preparar el producto debes disolver un sobre o una cucharadita (4-5 gramos) en un vaso de agua (200 a 250 mililitros). La efervescencia suele iniciar casi al instante y, para obtener el máximo beneficio, lo idóneo es que inicies la ingesta pronto.