Ingredientes (para 1 personas):

• 15 g de semillas de chía
• el zumo de un limón
• 500 ml de agua
• 1 cucharada del endulzante que más te guste, como azúcar de caña integral o azúcar de coco

Elaboración:

1. Poné las semillas de chía en remojo. Para ello, introducí la chía en un recipiente y cubrilas con agua. Evidentemente en este paso no gastarás el litro entero de agua, solo la cantidad necesaria para cubrir todas las semillas. Reservá el resto del agua para más adelante. Tenés que dejar la chía en remojo una hora para que se reblandezca y crezca.
2. Mientras tanto, cogé otro recipiente y vierte el agua que sobró del paso anterior. Agregá el zumo de los limones y mezclá bien. Si no tenés limón, podés utilizar zumo de lima: el resultado será muy similar.
3. Agregá el endulzante y removelo bien.
4. Una vez transcurrido el tiempo de remojo de las semillas, agregá la chía al agua con limón sin colarla. Mezclalo todo bien y dejá que repose durante 10 minutos. Podés dejarla a temperatura ambiente o introducirla en el frigorífico, en función de si querés que el agua esté fresca o natural.
5. Pasado el tiempo de reposo, ya la podés servir en vasos y, si lo deseás, introducí cubitos de hielo y decorá con una rodaja de limón o lima. No colés el agua, bebete las semillas para beneficiarte de todas sus propiedades.