05 octubre, 2023
Belleza
La colocación adecuada de las extensiones de cabello es el primer paso para el éxito. Si lo que buscás es lograr una melena abundante, con un aspecto saludable y discreto, ponerte en manos de una profesional es determinante.
El lavado adecuado de las extensiones es esencial para mantenerlas en perfectas condiciones. El cuero cabelludo, el cabello y las extensiones requieren un lavado profundo como mínimo cada dos semanas. Es necesario utilizar un champú suave, sin parabenos o sulfatos.
Una de las consecuencias de un mal cuidado con las extensiones son los enredos, que también se generan por el sudor, el calor o la fricción. No obstante, el cepillado suave es una buena solución. Tan solo asegurate de no aplicar mucha fuerza, ya que podés aflojar los mechones.
Aquí lo importante es que eliminés el exceso de agua. Para esto, secalo con una toalla a toquecitos, sin exprimirlo. Luego, graduá a temperatura media el secador y llevá el calor desde la raíz hacia las puntas. Esto ayudará a suavizar la cutícula y evitará que el cabello se enrede.
La hidratación es un punto clave a la hora de cuidar tus extensiones de cabello. Has de tener en cuenta que, a diferencia del cabello natural, estas no reciben nutrientes. Por lo tanto, para mantenerlas brillantes y suaves, asegurate de aplicarles un tratamiento hidratante, sea en acondicionador o en mascarillas.
Las extensiones de cabello natural son muy versátiles, ya que son resistentes a las herramientas de calor. Sin embargo, no debés abusar de estas. Si vas a alisar u ondular el cabello, limitá esta actividad a 2 o 3 veces por semana.
Cuidar las extensiones de cabello a la hora de ir a dormir también es importante. Asegurate de que estén completamente secas antes de ir a la cama. Además, si son de clip, es mejor retirarlas para evitar su desprendimiento brusco mientras descansas.
Una de las fórmulas para cuidar las extensiones de cabello de clip o las coletas es guardarlas en contenedores especiales. Procurá que estén frescos, secos y lejos de la luz solar. Antes de almacenarlas, añadí también un cepillado y verificá que estén sin humedad. Esta última puede propiciar al crecimiento de hongos.