05 mayo, 2019

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Consejos para que comás sano

Porque queremos ayudarles a tener una vida más saludable, estos tips les servirán a comer sano y mantener una dieta variada. Comé despacio: masticar bien los alimentos te favorecerá a que tengás una mejor digestión y a la liberación de todos los nutrientes. Además, cuando una persona dura más comiendo, le da más tiempo al esófago de llevar la comida al estómago, dando la sensación de haber comido lo suficiente con menos comida que cuando se come más rápido. Lo que implica que si se comés con tranquilidad se comerá en las cantidades más adecuadas. Dieta variada:  la dieta que evita una familia de alimentos suele tener riesgos para la salud, ya que podés dejar de recibir los microelementos imprescindibles para la buena salud. Además, la variedad permite aprovechar las sinergias de los nutrientes. ¡Recordá! El ser humano es omnívoro por naturaleza, lo que implica que tenés que comer de todo, porque cada alimento aporta los nutrientes imprescindibles. No goloseés: comer alimentos fuera de las comidas no permite controlar las cantidades ingeridas, y favorece tanto a un consumo excesivo de comida como a un desequilibrio en la dieta. Además, cuando vos goloseás generalmente son alimentos poco sanos, como las galletas, papas fritas, etc.

Preferí frutas y verduras: las frutas y verduras son buenas fuentes de fibra, vitaminas y nutrientes importantes, por lo que te recomendamos  consumir 700 gramos al día, es decir, cinco porciones. Pero ¡Prestá atención! Cocinar estos alimentos reduce drásticamente su contenido de vitamina C, que es tan necesaria para el organismo. Por eso es importante comer una vez al día alguna fruta o verdura cruda. Limitá la ingesta de grasa: reducir el consumo de grasas y sobre todo intentar consumir grasas no saturadas es una de las formas que tenés de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Hay que tener mucho cuidado con la comida industrial (platos preparados, repostería), porque suelen tener muchas grasas saturadas. Además los aceites vegetales son más sanos que los de origen animal, pero también es importante que midás su consumo y variar los tipos de aceite. No dejés de consumir lácteos: la leche y sus derivados, como el queso y el yogurt, contienen calcio, un elemento importante para el organismo en todas las fases de la vida. Siempre cereales: el pan y los cereales suelen aportar fibras. Además, junto con otros productos harinosos, te aportan a vos los azúcares complejos que abastecen de energía el organismo de forma duradera. Nunca dejés de tomar agua: se recomienda tomar un litro y medio de agua al día. Durante la comida es recomendable beber algo pero poco, y concentrar la toma de líquidos entre las comidas. Que viva el pescado: el más graso de los pescados es mucho menos graso que la carne más magra. Es mejor comer pescado dos veces por semana, especialmente los pescados más grasos que contienen Omega 3, ya que fluidifican la sangre y mejoran la tensión arterial.
El alcohol no es ni será sano: el vino tinto tiene algunos beneficios para el sistema cardiovascular, siempre que lo tomés en cantidades pequeñas (una copa cada día). Cuando se superan estas cantidades, el alcohol se convierte en un tóxico con efectos nefastos sobre la salud a largo plazo, especialmente sobre el hígado.

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