04 agosto, 2023
Bienestar
El agua es el componente más abundante en los sistemas vivos y nosotros no somos una excepción. Un lactante está formado por un 70-80% de agua y un hombre adulto, por un 59% (50% en el caso de la mujer).
Con una pérdida de más de seis litros la vida empieza a correr peligro. Por eso, es importante vigilar el aporte de aguapara garantizar que el cuerpo permanezca empapado de este líquido esencial. Conviene conocer los síntomas de la deshidratación para poder identificar el problema y actuar a tiempo.
Las células se contraen cuando existe una pérdida de agua en el cuerpo y le envían una señal de alarma al cerebro, que provoca la sensación de sed. Pero, si bien es efectiva en la mayoría de los casos, la sed es un síntoma relativamente tardío de alarma, pues aparece cuando ya hemos perdido aproximadamente el 1% de nuestro peso corporal en forma de agua.
Cuando esta merma de agua no se repone, por pequeña que sea, se deja notar enseguida su impacto negativo en forma de otros síntomas. Cuando representa del 2 al 3 % del peso corporal, es decir de 1,5 a 2 litros para un hombre de 70 kg de peso, se empieza a perder entre un 20 y un 30% de la eficacia en la contracción muscular.
No reponer los líquidos que se pierden puede provocar estos síntomas de deshidratación:
El color de la orina es, en condiciones normales, un buen indicador del estado de hidratación.
Una forma sencilla de evaluar la hidratación es observar el color de la orina: cuando es clara y diluida es indicio de una buena hidratación, mientras que si es oscura y densa indica falta de agua.
También una pérdida de peso rápida sin aparente explicación puede deberse a una pérdida de agua destacable.