Lo primero que debemos recalcar es que el ejercicio es beneficioso a cualquier hora del día. Permite que el organismo descargue energía física, reduce la ansiedad y el estrés sufrido todos los días por problemas personales, familiares y laborales.

El ejercicio practicado en las últimas horas de la tarde incrementa la temperatura corporal y modifica la latencia del descanso y cansancio, así como las etapas del sueño profundo. En otras palabras, el practicar un deporte justo antes de irse a dormir, provoca una hiperactivación del organismo.

Si suena un poco contradictorio por el hecho que desde un inicio dijimos que el ejercicio es beneficioso para la salud a cualquier hora del día, pero no debés hacerlo justo antes de dormir, debés dejar un espacio intermedio.

Se recomienda dejar un período de tiempo prudencial desde que se realiza el ejercicio físico hasta irse a dormir. Además, después de realizar una actividad como esta, lo mejor es hacer estiramientos y relajaciones, para que el cuerpo pase de una hiperactivación al sueño.