Un niño se come las uñas por las mismas razones por las que se chupa el dedo, se rasca la nariz o se arranca el pelo, lo hace porque es uno de los hábitos nerviosos más comunes.

Es una maña que suele comenzar en la niñez y suele realizarla consciente o inconcientemente, por curiosidad, para aliviar el estrés, por imitación, aburrimiento o costumbre, etc.

Para poder encontrar una solución, hay que determinar las razones por las cuales el niño se come las uñas. Es importante observar al niño, percatarse de si las muerde moderadamente o se hace daño, y si existe alguna correlación con momentos de estrés o ansiedad.

También es importante averiguar cuál es el motivo de su preocupación o angustia y tratar de ayudarle.

Te daremos algunos consejos para evitar que el niño se coma las uñas:

• Hablá con él sobre la situación.
• Ayudale a que sea consciente de lo que está haciendo.
• No lo castigués por hacerlo, como ya vimos puede ser inconscientemente.
• Tenele las uñas cortas y limpias.
• Hacele un reto si no se las come para que obtenga una recompensa.