Conseguir que el tiempo te rinda es sinónimo de ser eficiente. A la hora de valorar los objetivos no solo hay que fijarse en si se consiguen o no, sino que siempre deben situarse en relación con los recursos empleados.
Ésta es la esencia de la eficiencia o la productividad. Sin embargo, aunque sea una habilidad muy codiciada por cualquiera, es frecuente que las distracciones procedentes del ambiente, o de uno mismo, supongan un obstáculo a la hora de trabajar.
Por otro lado, muchas veces se cree erróneamente que la clave para conseguir que el tiempo nos rinda es trabajar sin descanso. Esto no es para nada cierto, ya que la eficiencia se consigue con un adecuado manejo de algunas variables clave. A continuación, te contamos cuáles son para que puedas sacarle el máximo partido.
- Aprovechá los “tiempos muertos”: A lo largo del día es normal verse implicado en actividades que realmente no sirven para ser productivo, pero que son inevitables. Esperar en la cola del banco, en el supermercado, o el trayecto en el transporte público son buenos ejemplos de este tipo de actividades donde la productividad pareciera brillar por su ausencia. Basta con realizar acciones más sencillas, pero que permiten seguir avanzando en los objetivos diarios. Por ejemplo, planificar qué se va a hacer cuando se llegue al trabajo, o pensar mentalmente en soluciones a problemas que hayan surgido durante el día.
- Conocé cómo funciona tu cuerpo: Todos los consejos y pautas que están escritos son solo recomendaciones de carácter general. Son de gran utilidad para tener una primera aproximación al concepto de la productividad. No obstante, cada persona funciona de manera diferente según su personalidad. Por tanto, para conseguir que el tiempo te rinda, lo primero es conocerse en profundidad. Se ha demostrado que las personas rinden de manera diferente según los distintos rasgos de personalidad, como puede ser la extroversión. En este sentido, las personas que son introvertidas rinden mejor por la mañana, mientras que las extrovertidas lo hacen mejor por la tarde.
- Automatizá todo lo que podás: Cuando uno está aprendiendo una habilidad es normal que avance más lento e inseguro. No es hasta que se dominan las acciones y se automatizan cuando se puede progresar más rápidamente. Por esa razón, una buena estrategia para conseguir que el tiempo nos rinda es focalizarse en automatizar procesos y conductas.