02 mayo, 2023
Entrenamiento
El yoga en la teoría es una actividad relajante, lenta y que se practica en un espacio ‘zen’ en silencio o con música instrumental. Por su parte, el running es un deporte que, si bien puede ser desestresante para algunos, se caracteriza por sus movimientos rápidos y activos.
Entonces, ¿cómo podemos combinarlos? Existen diferentes rutinas para yoguis que quieren empezar también a correr, o para los runners que desean aprovechar los beneficios del yoga.
Para comenzar, debés incluir tres sesiones de yoga a la semana. Pero atención: no cualquier tipo de yoga, sino clases pensadas en el esfuerzo y la resistencia, como es el caso del Ashatanga, Batista, Vinyasa Flow o Power Yoga.
Además, si querés prepararte para correr una maratón, tenés que sumar tres sesiones de entrenamiento de running de entre 40 y 60 minutos cada uno. Un buen plan sería hacer yoga lunes, miércoles y viernes y correr martes, jueves y sábados (o viceversa).
No te olvidés de tener un día de descanso, el domingo, de hacer ejercicios de estiramiento y relajación tras cada sesión semanal y de dormir ocho horas seguidas cada noche. Así, tu cuerpo se recuperará como corresponde y tus músculos no estarán sobrecargados.
Estos dos deportes combinados se han convertido en una disciplina única y novedosa, que permite hallar el equilibrio en el cuerpo y en la mente. Se basa en la respiración, la postura, la mentalización y la potencia.
Los yoguis pueden poner a prueba su respiración y sus capacidades físicas; los runners, por su parte, tienen la posibilidad de mejorar los calentamientos, fortalecer las articulaciones, cuidar la espalda y administrar la respiración, tanto en las carreras como en la vida cotidiana.
Una clase de yogarun se compone de diferentes circuitos o estaciones, en los cuales se trabaja la fuerza, la técnica de carrera y la resistencia. Luego, se realizan estiramientos y ejercicios de equilibrio.
Para terminar, se lleva a cabo una clase de yoga. En la mayoría de los casos, las clases son al aire libre por ejemplo en un parque, pero también se puede practicar en un gimnasio o incluso en casa.