No cabe duda que fumar es uno de los vicios, junto al alcohol, que más personas tienen actualmente; sin embargo, estas razones harán que  consideres dejar ese hábito tan nocivo para la salud. Aunque no lo creás, el cigarro puede acelerar el proceso normal de envejecimiento de la piel, lo que contribuye a la aparición de arrugas. Estos cambios en la piel pueden ocurrir después de sólo 10 años de fumar, lo que no es poco si considerás además que cada vez es menor la edad de inicio en este vicio. Debés saber además que, entre más tiempo y más cigarros fumés, es más alta la posibilidad de una mayor aparición de arrugas en la piel, a pesar de que el daño prematuro de la piel por fumar puede que sea más difícil de que lo percibás con el paso del tiempo.

Arrugas en más partes de la piel

Por si fuera poco, el tabaco está asociado con el aumento de las arrugas y daños en la piel de otras partes del cuerpo, en donde se incluye la zona interior de los brazos. Mientras que las arrugas de la piel pueden no ser reversibles, sí podés prevenir el empeoramiento de las arrugas al dejar de fumar ahora. Tené presente que la nicotina de los cigarros provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos en las capas más externas de la piel. Lo que te impedirá el flujo de la sangre hacia la piel. Con menos flujo de sangre, tu piel no recibe el oxígeno ni los nutrientes importantes, como la vitamina A.