01 octubre, 2024
Bienestar
Mover la rodilla ayuda a mantener su funcionalidad. Hay varias ventajas que aportan las caminatas cuando tenés dolor.
Caminar de manera regular contribuye a fortalecer los músculos que rodean a la rodilla, en especial, los cuádriceps y los isquiotibiales. Estas estructuras permiten estabilizar y soportar las fuerzas que inciden en la articulación, lo que puede reducir el dolor y prevenir lesiones adicionales.
Los movimientos suaves y repetitivos al caminar pueden mejorar la movilidad de las articulaciones y reducir su rigidez. Este aporte es muy beneficioso para aquellos que sufren de artrosis, ya que la falta de movimiento agrava la inflexibilidad articular e incrementa el dolor.
Mantener un peso corporal saludable disminuye la carga sobre las rodillas. Cada kilogramo adicional en el cuerpo ejerce una presión significativa sobre las articulaciones, aumentando el dolor y la degeneración de los cartílagos.
La osteoartritis y la enfermedad cardiovascular comparten factores de riesgo comunes, como la edad y el índice de masa corporal elevado. Asimismo, la discapacidad causada por la OA de rodilla se asocia con hipertensión arterial, diabetes y problemas cardíacos.
Aunque el dolor te motive a quedarte quieto, caminar de manera regular y segura puede aliviar tu malestar. De todos modos, y más si tienes osteoartritis, es importante seguir algunas consideraciones para minimizar la posibilidad de causar un daño con el movimiento.