Durante la colocación de la joya y en el proceso de cicatrización, pueden suceder varias situaciones peligrosas que debes considerar:
- Nervios dañados: durante la perforación se puede dañar los nervios de la lengua, causando neuralgias o insensibilidad en la zona.
- Reacciones alérgicas: algunas personas pueden experimentar reacciones al metal o materiales con el que está fabricado el pendiente.
- Hemorragias: la perforación de los numerosos vasos sanguíneos que irrigan la lengua puede causar sangrados prolongados y difíciles de detener.
- Interferencia en las funciones orales: tener un objeto extraño en el medio de la boca puede dificultar la pronunciación, masticación y deglución.
- Dolor e inflamación: al romper los tejidos de la lengua, es común experimentar dolor, hinchazón y entumecimiento en los días posteriores a la perforación.
- Infecciones: la boca alberga numerosas colonias de bacterias que pueden ingresar en la herida e infectarla. Si no se recibe un tratamiento oportuno, el cuadro puede complicarse y afectar otras zonas del cuerpo.
Riesgos a largo plazo
Tener una joya lingual también puede causar problemas de salud a lo largo del tiempo. La presencia de un objeto duro y extraño en la boca entorpece sus funciones y puede originar estas situaciones asociadas:
- Infecciones: las joyas pueden ser nicho ideal para la proliferación de bacterias y el desarrollo de infecciones, sobre todo si no se tiene una higiene y cuidados adecuados.
- Desgaste dental: el trauma del aro sobre los tejidos dentarios provoca el desgaste del esmalte dental. Con el tiempo, los tejidos más profundos pueden quedar expuestos causando sensibilidad y dolor.
- Dientes astillados o fracturas dentarias: el constante golpeteo del pendiente contra los dientes puede causar fracturas o fisuras dentales, ocasionando piezas dentarias debilitadas o roturas. Los daños también pueden producirse sobre restauraciones dentarias.
- Retracción de las encías: el roce continuo del piercing con las encías puede causar su retracción, es decir, el alejamiento del tejido del trauma, ocasionando la exposición de las raíces dentarias. Esto aumenta el riesgo de hipersensibilidad dental, caries y enfermedades periodontales.