Un electroestimulador es un complemento para el entrenamiento que garantiza aumentar los resultados físicos y reducir el tiempo de ejercicio. Pero como bien lo sabemos, la magia no existe y hay que ejercitarse.

Lo que trata esta estimulación es contraer los músculos mediante corriente eléctrica. Tiene electrodos que se ponen en diversas áreas del cuerpo, siendo el abdomen, los muslos y los brazos las más frecuentes.

Y si pensás que esto te puede ayudar a perder peso, te contamos que no. Una buena parte de los músculos trabaja con este aparato, pero los resultados no son iguales a los que garantiza una rutina completa de entrenamiento.

Pero obvio que esto trae algunas ventajas, especialmente si estás en óptimas condiciones físicas. Cuando hablamos de buenas condiciones, nos referimos aquellos que llevan una rutina de ejercicios y una alimentación equilibrada.

Acá te mencionamos esas ventajas:

• La electroestimulación es ideal para quienes no tienen mucho tiempo diario para hacer ejercicio; así, se tiene la tranquilidad de entrenar poco tiempo, porque se tiene un buen complemento.
• Fortalece una zona específica, aunque hayas tenido una lesión, sin riesgo a cansarte. De igual forma, no impacta las articulaciones y es perfecto como tratamiento para la flacidez y la celulitis en cualquier grado.
• Acelera la recuperación muscular luego de un entrenamiento sin producir el cansancio de los ejercicios de cardio.
• Acelera el aumento y definición de la musculatura de los glúteos, los muslos, abdominales, pectorales, entre otros, que solo haciendo ejercicio, se tardaría un poco más en crecer.
• Mejora los vasos capilares, la circulación sanguínea y el riego linfático en pocas sesiones.