Las fresas, además de ser deliciosa, tiene una composición nutricional que le atribuyen propiedades saludables y en beneficio de ciertas enfermedades.
- Bajas en calorías: es una de las frutas menos calóricas que podés encontrar en el mercado. Una taza de fresas contiene unas 43 calorías que además contienen fibra, ayuda a regular los procesos digestivos y a reducir la sensación de hambre.
- Reduce el nivel de colesterol: evita el riesgo de sufrir hipertensión y arteroesclerosis.
- Hidratan: se componen en un 92% de agua. Además son ricas en vitaminas, antioxidantes, potasio y calcio, componentes que reafirman las propiedades hidratantes de la fresa.
- Alivian dolores: como la artritis, favoreciendo la reducción de ácido úrico. Una taza de fresas contiene 21 gramos de manganeso.
- Ayudan a la salud ocular: como contienen vitamina C ayudan a prevenir muchos problemas oculares. Debido a que esta vitamina es la que nos protege de la exposición de los rayos ultravioletas del sol, reduce la posibilidad de padecer problemas de visión como cataratas.
- Potencian el sistema inmune: una taza de fresas contiene 136% de vitamina C, lo que las convierte en un antioxidante que potencia el sistema inmunitario.
- Considerado un antiviral (a cierto virus): si sueles padecer de resfriados, las fresas tienen una gran capacidad bactericida gracias a que son ricos en vitamina C.
- Combaten el estreñimiento: las fresas son ricas en fibra por lo que te ayudan a combatir este malestar.
- Mantienen la piel en buen estado: ayuda a exfoliar, blanquear y suavizar la piel, elimina el acné, manchas, pecas y reduce las ojeras.
Las podés consumir en fresco, batido, helado, mermelada, incluir en ensaladas, entre otras.