El dejar de entrenar puede resultar en la revocación total o parcial de los beneficios obtenidos de los entrenamientos regulares. Hay muchos cambios psicológicos y físicos que empiezan a percibirse solo después de un tiempo corto de no entrenar.
- La resistencia: tu rendimiento empieza a disminuir, por ejemplo si antes corrías 5k en 25 minutos, puede que ahora el tiempo aumente ya que perdiste el ritmo.
- Pérdida de músculo, fuerza y flexibilidad: tu energía ya no será la misma, es posible que sientás fatiga más rápido una vez vuelvas a entrenar. No te preocupés, esto se irá rápidamente cuando volvás a entrenar.
- Metabolismo perezoso: lo que hará que la quema de calorías sea más lenta, te cansarás muchísimo, tu corazón tendrá que trabajar más y tus pulmones no absorberán tanto oxígeno como antes.
- La capacidad funcional del corazón disminuye: la frecuencia cardiaca en reposo aumenta de 4 a 15 latidos además, el volumen sanguíneo, disminuye.
- Aumento de grasa corporal: acumularás mucha grasa corporal, estarás más estresado y no podrás controlar el ritmo acelerado del corazón ni dormir bien.
Ahora puede que estés preocupado si llevas mucho tiempo sin hacer ejercicio pero hay buenas noticias: retomá tu actividad física y empezá a llevar una vida saludable.