La flexiones son un excelente ejercicio para realizar en cualquier entrenamiento. Y como hay muchas formas de hacerlas, siempre podés encontrar alguna variación que apunte a los objetivos.

Flexiones tradicionales

Se comienza en la posición básica, boca abajo con el cuerpo en forma de plancha, con los pies ligeramente separados y los brazos estirados, apoyados con las palmas de las manos debajo de los hombros.

Desde esta posición, flexioná los codos, apuntando con estos hacia atrás y bajá ligeramente el pecho por debajo del nivel de los codos, empujá hacia arriba hasta la posición inicial.

Flexiones con separación ancha

Se hacen del mismo modo que las tradicionales, pero aumentando la separación de los brazos. Tené en cuenta que cuanto más los separés, más intenso será el ejercicio.

Flexión de triángulo

Se llama así por la posición de las manos. Estas se junta en el centro, colocándolas de tal modo que formen un ángulo de 45 grados hacia adentro. Los dedos índice y pulgar se tocan justo debajo del pecho.

Durante el descenso para llevar el pecho hacia el triángulo o diamante que forman los dedos, los codos deben permanecer pegados.

Flexiones asimétricas

Se hace una modificación desde la postura tradicional de flexión, colocando una mano bajo el hombro y otra más adelantada. Desde aquí, flexionás los codos para bajar el pecho y después estirás los brazos para recuperar la posición inicial.

Flexiones de spiderman

Desde la posición tradicional, flexioná los codos para bajar el pecho. A medida que descendés, flexioná una pierna y llevá la rodilla al encuentro del codo. Después, estirá los brazos y llevá la pierna a su posición inicial.

A todos estos ejercicios, recordá hacer variaciones con cada pierna.